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La certificación EFR, presente en más de un centenar de organizaciones colombianas, refuerza su papel como herramienta clave para integrar productividad y bienestar en un entorno laboral que demanda nuevas estrategias.
Desarrollo organizacional25/07/2025
RedaccionEn Colombia, el debate sobre la conciliación entre la vida laboral y personal no es nuevo, pero las recientes modificaciones a la normativa sobre la reducción de la jornada laboral lo han consolidado nuevamente como una prioridad en las agendas corporativas. Desde julio de 2025 las organizaciones se adaptan a las 44 horas semanales como parte de una transición que llevará al país a una jornada de 42 horas en 2026, lo que plantea el reto de mantener la productividad sin comprometer el bienestar de los equipos.
En este escenario el modelo Empresa Familiarmente Responsable (EFR) ha mantenido su consolidación como una alternativa sólida para abordar estos desafíos. Desarrollado por la Fundación Másfamilia, una entidad española sin ánimo de lucro reconocida por la ONU como Good Practice, este modelo propone integrar la vida personal, familiar y laboral en la estrategia organizacional y ha servido de guía para organizaciones que fortalecen sus capacidades a través de procesos de formación y asesoría en cultura y gestión del talento. Más de mil entidades en el mundo han adoptado este sistema y en Colombia ya supera el centenar de organizaciones, entre ellas el Departamento Administrativo para la Presidencia de la República, el Ministerio de Hacienda, el Grupo Nutresa, el Banco de Bogotá, Ecopetrol, Compensar y universidades como la Javeriana, el Rosario y La Sabana.
Conciliación como ventaja competitiva
Para estas organizaciones el modelo EFR no es una simple acreditación, sino una herramienta para transformar la cultura empresarial y lograr equipos más comprometidos y productivos. Así lo demuestra la experiencia de la Secretaría Distrital de Movilidad, que lo ha implementado para fortalecer el clima laboral, optimizar el uso de recursos y reducir el ausentismo mediante políticas que favorecen el bienestar colectivo.
Durante el evento de abril de 2024 en la Universidad de La Sabana, Roberto Martínez, director de Fundación Másfamilia, subrayó que la conciliación y la equidad fortalecen tanto el desarrollo integral de las personas como la competitividad de las organizaciones. Un año después, esa visión se refleja en la certificación de la Clínica Medilaser como Empresa Familiarmente Responsable (EFR), obtenida en marzo de 2025 para todas sus sedes en Huila, Caquetá y Boyacá. La institución se convirtió en la primera de sus regiones en alcanzar este reconocimiento y se sumó a las 22 clínicas certificadas en el país. Según Anyi Lorena Osso, vicepresidenta de Talento Humano, este logro materializa el compromiso de Medilaser con el bienestar de sus colaboradores y la posiciona como un referente regional en gestión del talento humano.
Un contexto que impulsa su relevancia
Estudios recientes refuerzan esta visión. El Índice Global de Balance Vida-Trabajo 2024 de Remote ubicó a Bogotá en el puesto 31 del listado mundial y la destacó como una de las capitales latinoamericanas con mejor desempeño en equilibrio laboral, por encima de ciudades como Santiago, pero aún lejos de los primeros lugares. El informe resaltó factores como sus políticas inclusivas, el alto número de días festivos y las coberturas en seguridad social como elementos que favorecen el bienestar de los trabajadores.
A esto se suman investigaciones de Randstad que revelan que el 83 % de los empleados colombianos prioriza la flexibilidad y el tiempo personal sobre el salario, una señal clara del cambio profundo en las expectativas laborales y en la forma en que los trabajadores evalúan a sus empleadores.
Una oportunidad para repensar el trabajo
La permanencia del modelo EFR en el país coincide con un mercado laboral que exige nuevas formas de trabajar y liderar, en el que la autonomía, los beneficios personalizados y los programas de bienestar dejaron de ser ventajas competitivas para convertirse en factores esenciales. Este panorama también abre nuevas oportunidades para que distintos sectores, incluidos los dedicados a la formación, la consultoría y el desarrollo organizacional, impulsen programas, metodologías y procesos que ayuden a las empresas a implementar modelos de conciliación efectivos y sostenibles, integrando estos temas en su cultura y en el desarrollo de sus equipos.
Adoptar el modelo EFR no solo responde a una necesidad social, sino que representa una inversión estratégica que conecta la sostenibilidad empresarial con el bienestar de las personas. En un entorno en el que el trabajo se rediseña continuamente, estas iniciativas se convierten en un camino para que las empresas fortalezcan su competitividad y consoliden una visión más humana de la gestión organizacional.
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