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En un panorama de incertidumbre económica, jóvenes de diferentes generaciones enfrentan altos niveles de estrés en su búsqueda de estabilidad financiera. A pesar de estas dificultades, muchos comienzan a visualizar un futuro más prometedor, lo que indica un cambio en sus expectativas y una renovada esperanza en su situación económica
Desarrollo organizacional09/10/2024Ante la creciente volatilidad económica y el constante aumento del costo de vida, las preocupaciones de los jóvenes se vuelven cada vez más apremiantes. La Encuesta Gen Z y Millennials 2024 de Deloitte pone de manifiesto la difícil realidad que enfrentan estas generaciones, revelando que, por tercer año consecutivo, el costo de vida se posiciona como su principal preocupación. Con cifras que no solo impactan, sino que también resuenan en la cotidianidad, casi seis de cada diez miembros de la generación Z (56%) y de los millennials (55%) viven atrapados en un ciclo de pagos continuos, una situación que refleja un aumento significativo respecto al año pasado. Este fenómeno se agrava aún más cuando consideramos que aproximadamente tres de cada diez jóvenes no se sienten financieramente seguros.
Crecimiento de la población joven inactiva
El incremento de los “ninis”, término que se refiere a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, se ha convertido en una preocupación aún mayor, ya que implica pérdidas en el desarrollo del capital humano y, por ende, una mayor exclusión laboral. Las habilidades blandas que se adquieren no garantizan oportunidades de crecimiento en el entorno laboral. Según el informe de Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 20,4% de los jóvenes en la población mundial se encuentra en esta situación, sin empleo, sin estudios y sin formación. Además, el informe revela que uno de cada tres jóvenes (33%) vive en un país que «no va por buen camino» en su objetivo de reducir la proporción de ninis. Resulta especialmente inquietante que los países donde se observa un retroceso en este aspecto son principalmente aquellos de ingresos bajos y las subregiones que ya presentaban tasas elevadas, como los Estados Árabes, África del Norte y África Subsahariana.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, se observa un creciente optimismo, ya que poco menos de un tercio de los jóvenes cree que la situación económica en sus países mejorará en el próximo año, un porcentaje que representa el nivel más alto desde la Encuesta Millennials de 2020, justo antes de la pandemia. Además, casi la mitad de la generación Z (48%) y cuatro de cada diez millennials (40%) esperan que su situación financiera personal también mejore en el mismo período. Este contraste entre la preocupación actual y la esperanza por un futuro mejor refleja una resiliencia notable en estas generaciones.
Perspectiva global sobre un futuro económico prometedor
Este optimismo se alinea con las perspectivas más amplias que presenta el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe de perspectivas de la economía mundial, publicado en abril de este año. En este documento, el FMI resalta la capacidad de la economía global para mantenerse robusta a pesar de las políticas monetarias destinadas a controlar la inflación, la cual ha comenzado a disminuir en la mayoría de los países. Según sus proyecciones, se anticipa que la inflación promedio caiga del 6,8% en 2023 a un 5,9% en 2024, y a un 4,5% en 2025, lo que también sugiere un contexto favorable para que los jóvenes puedan alcanzar sus expectativas de mejora. Además, se espera que las economías desarrolladas regresen a sus niveles prepandémicos para 2025, mientras que las economías emergentes y en desarrollo lo harían en 2026. En este marco, el FMI estima que la economía global experimentó un crecimiento del 3,2% en 2023 y prevé que esta tasa de crecimiento se mantenga constante durante 2024 y 2025.
Este entorno económico favorable no solo muestra una solución gradual ante las preocupaciones de los jóvenes, sino que también les ofrece nuevas oportunidades para desarrollar sus habilidades y emprender. A medida que las economías comienzan a estabilizarse, se espera un aumento en la inversión en sectores clave como la tecnología y la sostenibilidad, áreas en las que muchos jóvenes están interesados. Además, el acceso a herramientas digitales y plataformas de aprendizaje ha empoderado a esta generación para que busque formas innovadoras de generar ingresos. En este contexto, los jóvenes tienen la posibilidad de no solo adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, sino también de liderar iniciativas que contribuyan al crecimiento económico sostenible, fomentando un ciclo de optimismo y proactividad en sus decisiones financieras.
Retomando el Informe de Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil de la OIT, se proyecta además que la tasa de desempleo juvenil siga disminuyendo en los próximos dos años hasta situarse en el 12,8 por ciento en 2024 y 2025, lo que significa que millones de jóvenes tendrán acceso a empleos en sectores en crecimiento. Asimismo, el informe del FMI sugiere que la inversión en tecnologías verdes y sostenibles podría generar hasta 24 millones de empleos adicionales en todo el mundo para 2030. Este panorama, combinado con el aumento en el acceso a la educación, donde el 38% de los jóvenes de 25 a 34 años en países en desarrollo cuenta con un título universitario, proporciona un terreno fértil para que las nuevas generaciones se inserten en el mercado laboral con confianza y proactividad.
Conoce más información aquí:
Informe de seguimiento económico - Departamento Nacional de Planeación
Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil – OIT
Perspectivas de la economía mundial - Fondo Monetario Internacional (FMI)
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