Las compañías que no trabajen su marca empleadora desde adentro perderán competitividad. En un mercado que exige flexibilidad, propósito y coherencia, el employer branding ya no es una tendencia: es una urgencia estratégica.
Atracción y talento08/05/2025
RedaccionEn un mercado laboral colombiano marcado por la escasez de talento calificado y la alta rotación, el employer branding se posiciona como una herramienta esencial para atraer y retener a los mejores profesionales. En 2025, las compañías que operan en el país están recurriendo a estrategias más integrales y centradas en las personas para diferenciarse y consolidarse como empleadores atractivos, en un entorno donde los candidatos son cada vez más exigentes y conscientes del valor que aportan.
Una de las primeras acciones que están tomando las organizaciones en Colombia es redefinir su propuesta de valor al empleado (EVP), integrando elementos como la flexibilidad laboral, el bienestar integral y un liderazgo más empático.
Según un estudio reciente de Pandapé, el 62% de los líderes de recursos humanos en el país consideran que los esquemas flexibles de trabajo serán la tendencia predominante este año.
Esta transformación no es simplemente un beneficio adicional; se ha convertido en un componente central del discurso de marca empleadora. Las compañías están comunicando abiertamente estas políticas a través de redes sociales, portales de empleo y entrevistas para mostrar que entienden las nuevas expectativas del talento colombiano.
El bienestar del empleado ha dejado de ser un tema periférico para convertirse en un eje de las estrategias de retención. Programas que abordan salud mental, apoyo emocional, actividad física y alimentación saludable están ganando terreno, no solo como respuesta a la postpandemia, sino como parte de un enfoque sostenible hacia la gestión humana. De acuerdo con datos de Buk, las empresas que priorizan el bienestar mental están viendo mejoras en el clima organizacional y un incremento en el compromiso de sus equipos. En este escenario, el employer branding actúa como un puente entre la promesa de bienestar y su cumplimiento real.
Inteligencia Artificial
La tecnología, particularmente la inteligencia artificial, también ha transformado la forma en que se construye la marca empleadora. Hoy, los sistemas de seguimiento de candidatos y las herramientas de automatización permiten no solo mejorar la eficiencia del reclutamiento, sino también personalizar la experiencia del postulante. Las empresas que utilizan IA para enviar contenidos relevantes a los candidatos durante el proceso de selección logran mantener su interés y reforzar una imagen innovadora, coherente con lo que esperan los perfiles más demandados, como los digitales y tecnológicos.
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Otro aspecto clave es la diversidad e inclusión, no solo como valores éticos, sino como estrategias diferenciadoras. En Colombia, compañías de distintos sectores están trabajando para representar mejor a la sociedad dentro de sus equipos. Esto implica políticas activas para incluir mujeres en posiciones de liderazgo, fomentar espacios para personas LGBTIQ+, contratar talento afrodescendiente o con discapacidad y asegurar que sus voces sean escuchadas y tenidas en cuenta. Estas prácticas, cuando se integran de manera auténtica al employer branding, construyen reputación y fidelizan talento que busca entornos donde pueda desarrollarse sin barreras.
Finalmente, el rol del liderazgo ha cobrado una nueva dimensión en la construcción de marca empleadora. El liderazgo tradicional basado en jerarquía y control ha dado paso a estilos más colaborativos, con líderes que se comunican con empatía, que visibilizan a sus equipos y que actúan como embajadores de la cultura organizacional. Esta humanización del liderazgo no solo fortalece la retención de talento interno, sino que también proyecta hacia fuera una imagen coherente con los valores que los candidatos actuales buscan.
En conjunto, estas prácticas no son aisladas ni accesorias: forman parte de una estrategia estructural que define cómo se posicionan las empresas frente al talento. En un 2025 donde la guerra por el talento es una realidad palpable, las organizaciones en Colombia están entendiendo que construir una marca empleadora sólida, auténtica y centrada en las personas no es solo un imperativo ético, sino una ventaja competitiva clave para su sostenibilidad.
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