Academia analiza el impacto del salario mínimo en la economía formal e informal

A pesar de los esfuerzos por mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores mediante el aumento del salario mínimo, un análisis realizado por los Observatorios Laboral y Fiscal de la Universidad Javeriana revela que estos incrementos no han logrado transformar la estructura salarial del país ni mejorar los ingresos de los trabajadores en general. El informe, que compara los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) de 2013 y 2023, muestra que, si bien se han registrado incrementos en el salario mínimo, la proporción del salario medio de la economía en relación con el salario mínimo ha mostrado una leve pero significativa disminución.

Según el análisis, el salario medio en Colombia, en términos relativos, ha experimentado una tendencia a la baja en su relación con el salario mínimo. Esta tendencia es particularmente notoria en el sector informal, donde las cifras son aún más alarmantes. En 2013, el salario medio de los trabajadores informales representaba el 93% del salario mínimo. Sin embargo, para 2023, esta proporción se redujo al 78%. Este descenso refleja que, a pesar de los incrementos en el salario mínimo, las condiciones salariales en el sector informal presenta un continuo deterioro, lo que pone de manifiesto la ineficacia de los aumentos para mejorar la situación de los trabajadores más vulnerables.

Impacto en el sector informal

El informe destaca que los trabajadores informales, que representan más del 55% de la fuerza laboral en Colombia, enfrentan una creciente disparidad en sus ingresos. A pesar de que el salario mínimo ha aumentado, estos incrementos no se traducen en mejoras reales para los trabajadores informales. En muchos casos, el aumento en el salario mínimo podría incluso agravar la situación, ya que las políticas actuales no incluyen medidas estructurales que fomenten la formalización del empleo ni promuevan mejoras en las condiciones laborales. Sin intervenciones adicionales que favorezcan la transición de la informalidad a la formalidad, el aumento del salario mínimo podría tener efectos adversos, como el desincentivo a la contratación formal o el aumento de la informalidad.

Este análisis también resalta que los trabajadores informales, en su mayoría mujeres y personas en zonas rurales, son los más afectados por estas políticas salariales. La falta de un enfoque que tenga en cuenta las particularidades regionales y sectoriales podría perpetuar las desigualdades y hacer más difícil que los sectores más vulnerables se beneficien de los aumentos salariales.

Inequidad en el impacto de los aumentos salariales

Otro aspecto fundamental que se ha señalado es la inequidad inherente al sistema actual de incrementos salariales. El salario mínimo se aplica de forma uniforme a todos los empleadores, sin considerar su capacidad económica, lo que genera distorsiones en el mercado laboral. Los empleadores con mayores recursos no experimentan un incremento proporcional a sus capacidades, mientras que aquellos con recursos más limitados se ven obligados a asumir un mayor costo laboral. Esta disparidad podría ocasionar despidos, reducción de jornadas laborales e incluso un incremento de la informalidad laboral, particularmente en sectores vulnerables como el comercio y los servicios.

Se sostiene que un aumento uniforme del salario mínimo sin tener en cuenta las condiciones particulares de las empresas puede generar consecuencias indeseadas, como el cierre de pequeñas empresas o el descenso de la calidad del empleo en el sector informal. De este modo, el aumento salarial podría, en lugar de beneficiar a los trabajadores, agravar las desigualdades económicas.

Propuestas para un ajuste salarial más efectivo

Los expertos de los Observatorios Laboral y Fiscal sugieren que el ajuste del salario mínimo debe estar basado en indicadores más equilibrados, como el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el crecimiento medio de la productividad, lo que permitiría que los aumentos salariales estén alineados con la realidad económica del país. Esta fórmula, según los analistas, garantizaría que el salario mínimo preserve el poder adquisitivo de los trabajadores sin generar distorsiones en el mercado laboral.

Asimismo, se destaca la necesidad de un enfoque más regionalizado en las políticas salariales, que tome en cuenta las diferencias económicas y sociales entre las zonas urbanas y rurales, así como entre las diversas regiones del país. El informe señala que una política salarial que no considere las realidades locales podría terminar favoreciendo a los sectores urbanos en detrimento de las áreas rurales, donde los niveles de informalidad y los ingresos son considerablemente más bajos.

Este análisis realizado por los Observatorios Laboral y Fiscal subraya que, aunque los aumentos al salario mínimo son necesarios para mejorar el bienestar de los trabajadores, estas medidas deben ir acompañadas de reformas estructurales que aborden los problemas fundamentales del mercado laboral, como la informalidad, la productividad y la desigualdad regional. Solo mediante un enfoque integral que incluya políticas de formalización laboral y un ajuste más equitativo del salario mínimo se podrá garantizar que los incrementos salariales beneficien a toda la población trabajadora, en particular a aquellos más afectados por la informalidad y la pobreza.

Amplía toda la información sobre el informe "elementos para la Fijación Responsable del Salario Mínimo: Claves para un Impacto Positivo y Equitativo" aquí