Las empresas también deberán reorientar sus estrategias de atracción y reclutamiento hacia una mayor diversidad generacional, considerando la inclusión de personas mayores en roles clave y maximizando su experiencia.
Actualidad24/09/2024
Camila Ramirez
La disminución de la tasa de natalidad en el país ha alcanzado niveles históricos, lo que plantea desafíos a futuro en el mercado laboral. Según el Informe de Estadísticas Vitales, dado a conocer recientemente por el DANE, en los primeros siete meses del presente año, se registraron 255.055 nacidos vivos, lo que representa una disminución de 45.819 nacimientos en comparación con el mismo período de 2023, equivalente a una caída del 15,2%, alcanzando la cifra más baja en el período comprendido entre 2015 y 2024.
Este descenso trae consigo un desafío para el ecosistema de recursos humanos en el mediano plazo, pues, en las próximas décadas, habrá menos oferta laboral. Según proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, una reducción en la natalidad genera un envejecimiento de la población activa, lo que puede llevar a una gradual falta de renovación de personal, a medida que los trabajadores que se jubilan. Esto se traduce en una menor capacidad para cubrir vacantes, especialmente en sectores que requieren mano de obra calificada. Además, una fuerza laboral reducida puede limitar el crecimiento económico y la innovación.
Sin embargo, es importante tratar las oportunidades laborales a las que tiene acceso la generación actual, pues, según las estadísticas que publicó en agosto el DANE sobre la situación laboral de los jóvenes en el país, los resultados correspondientes al trimestre de abril a junio de 2024, no son muy alentadores. Se ha registrado una disminución del 0,5% en la participación de los jóvenes en el mercado laboral con un 55,3% respecto al 55,8% del año pasado y adicionalmente, la tasa de ocupación bajo de 46,3% a 45,5%.
La disminución de la tasa de natalidad plantea importantes desafíos para las áreas de recursos humanos en términos de planificación y gestión del talento a largo plazo. Con un número menor de nacimientos, las empresas enfrentarán una reducción gradual en la disponibilidad de trabajadores jóvenes en el futuro, lo que puede generar una competencia más intensa por captar talento calificado.
Las áreas de recursos humanos deberán adaptarse a desarrollar estrategias para retener a los empleados existentes por más tiempo, lo que incluirá enfoques innovadores para mejorar el bienestar, ofrecer oportunidades de desarrollo continuo y fomentar la reconversión laboral, permitiendo a los empleados actuales adaptarse a los cambios tecnológicos y de mercado
Además, las áreas de recursos humanos a centrarse en la gestión de una fuerza laboral envejecida. Esto implicará la necesidad de crear políticas inclusivas que respondan a las necesidades de los trabajadores mayores, como programas de capacitación continua, trabajo flexible y planes de jubilación progresiva.
Las empresas también deberán reorientar sus estrategias de atracción y reclutamiento hacia una mayor diversidad generacional, considerando la inclusión de personas mayores en roles clave y maximizando su experiencia, al tiempo que se incentiva a los trabajadores más jóvenes a permanecer en las organizaciones con propuestas de valor.
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