Alta informalidad laboral y avanza en estrategia para su reducción en el sector agrícola

Durante este periodo, las cifras recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que, aunque la informalidad en las principales ciudades y áreas metropolitanas del país fue de 42,5%, en las zonas rurales y centros poblados dispersos la tasa se elevó a un alarmante 83,6%.

De acuerdo con el informe, el nivel de informalidad entre hombres y mujeres también muestra diferencias notables. Para este periodo, el 57,1% de los hombres en el país ocupaban empleos informales, mientras que el 53,5% de las mujeres se encontraban en la misma situación. A nivel de las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, la informalidad entre las mujeres subió a 42,8%, lo que representa un aumento de 2 puntos porcentuales respecto al año anterior. En comparación, los hombres presentaron una proporción de informalidad del 42,2%.

Si bien algunas ciudades experimentaron menores tasas de informalidad, otras reportaron cifras elevadas. En las 23 ciudades y áreas metropolitanas analizadas Sincelejo (68,7%), Cúcuta (65,1%) y Riohacha (61,4%) fueron las de mayor proporción de empleo informal. En contraste, las ciudades con menor informalidad fueron Manizales (33,3%), Bogotá (36,0%) y Pereira (36,8%).

El tamaño de las empresas también incide considerablemente en las tasas de informalidad. Según el DANE, mientras que en las microempresas el 84,7% de los trabajadores eran informales, en las pequeñas, medianas y grandes empresas las cifras fueron notablemente menores: 20,7%, 5,4% y 2,6%, respectivamente. Esto pone de manifiesto que los sectores más pequeños y vulnerables de la economía siguen siendo los más afectados por la informalidad laboral.

Iniciativas para la formalización del empleo agrícola

Frente a esta situación, el Ministerio del Trabajo de Colombia, en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha comenzado a formular una estrategia nacional para reducir la informalidad laboral en el sector agrícola del país. Esta iniciativa, que arrancó formalmente el 7 de noviembre de 2024, tiene como objetivo transformar las condiciones laborales en las zonas rurales, donde la informalidad es más predominante.

La estrategia se fundamenta en un enfoque integral, que abarca desde la mejora de las condiciones de trabajo, la capacitación de los empleados, hasta la implementación de políticas de protección social y el cumplimiento de los derechos laborales. El Ministerio del Trabajo y la OIT han expresado que la clave de esta iniciativa es el diálogo social, buscando la participación activa de todos los actores relevantes, incluidos los trabajadores, empleadores y entidades gubernamentales.

El equipo encargado de la formulación de esta estrategia cuenta con la colaboración de diferentes actores, tanto del gobierno nacional como de organizaciones de trabajadores, gremios empresariales y agencias internacionales especializadas. Esta coalición trabajará para diseñar políticas y soluciones innovadoras que faciliten la transición del sector agrícola hacia la formalidad, fomentando un empleo digno y productivo para los trabajadores del campo.

Durante el taller inaugural del equipo de trabajo, realizado el 7 de noviembre, Teresa Torres, coordinadora del Equipo de País de la OIT en Colombia, destacó la importancia de la colaboración tripartita para abordar la elevada informalidad del sector agrícola.

Este esfuerzo colaborativo será crucial para asegurar que el enfoque de la estrategia refleje las necesidades y perspectivas de todos los involucrados

Compromiso del gobierno: acciones concretas

El viceministro de Empleo y Pensiones, Iván Daniel Jaramillo, también subrayó el compromiso del gobierno en la implementación de políticas que favorezcan la formalización en el sector agropecuario. Recordó que la formalización no solo está vinculada a mejorar las condiciones laborales, sino también a garantizar la seguridad social, los derechos laborales y el cumplimiento de los acuerdos derivados del proceso de paz.

Este es un desafío de gran magnitud para Colombia, pero es crucial para asegurar el bienestar de los trabajadores rurales y contribuir a la competitividad del sector agrícola

La iniciativa busca, además, promover un cambio estructural en la manera en que se percibe el empleo rural en Colombia, integrando políticas públicas que mejoren las condiciones laborales y de vida de los trabajadores agrícolas. En este sentido, se espera que la colaboración con la OIT genere un impacto duradero que no solo beneficie a los trabajadores, sino también a los empleadores, contribuyendo al fortalecimiento de la economía formal en el país.

La estrategia nacional para la formalización laboral en el sector agrícola refleja un avance significativo en el compromiso del gobierno colombiano con la justicia social, el desarrollo sostenible y la equidad laboral. El trabajo conjunto entre el Ministerio del Trabajo, la OIT, y los actores sociales y económicos es esencial para implementar soluciones innovadoras que permitan reducir la informalidad y avanzar hacia un modelo económico más inclusivo y justo.

La creación de un entorno de trabajo decente y productivo en las zonas rurales del país no solo será beneficioso para los trabajadores, sino también para la competitividad y sostenibilidad del sector agrícola, lo que, en última instancia, contribuirá al desarrollo económico y social de Colombia.

Amplía la información acá:

Ocupación informal - Boletín DANE

Proyecto Soluciones Innovadoras para la Formalización en América Latina y el Caribe – OIT