Entrevista con Soledad Ruilopez, socia de Deloitte: atención a microculturas

La transformación digital ha sido uno de los grandes temas de los últimos años, pero para Soledad, el cambio verdadero en las organizaciones de cara al 2024 no solo será tecnológico, sino también profundamente humano. En una entrevista exclusiva, la experta compartió su visión sobre el papel fundamental de las microculturas dentro de las empresas y la creciente importancia de conectar los valores corporativos con el propósito personal de cada empleado. "Cada organización está compuesta por diversas microculturas que reflejan las motivaciones y las necesidades de sus equipos," comentó Ruilopez. 

Es vital que las empresas comprendan que no se puede aplicar una fórmula única a todos los empleados, sino que se debe conocer y respetar la esencia de cada grupo para generar un entorno de trabajo más inclusivo, dinámico y alineado con los valores de la organización.

Las microculturas, según Ruilopez, son aquellos grupos dentro de la empresa que comparten características, formas de trabajo y valores que pueden variar dependiendo del área o equipo. 

Entender estas microculturas es el primer paso para crear una cultura organizacional que fomente el compromiso y la innovación

La experta de Deloitte resaltó que las empresas que logran conectar con estas dinámicas son las que tienen más posibilidades de mantenerse competitivas en un entorno laboral cada vez más diverso y exigente.

En un mundo en el que los empleados buscan más que un salario, Ruilopez explicó que el propósito organizacional se ha convertido en uno de los factores clave para atraer y retener talento. "Las personas quieren trabajar en lugares donde su esfuerzo se traduzca en algo significativo. No buscan solo un empleo, buscan un propósito, algo que se alinee con sus valores personales," destacó. Para ella, las empresas del futuro deben centrarse en entender cómo conectar la misión y visión corporativa con los anhelos y aspiraciones de sus colaboradores.

El propósito no es solo un slogan, es una guía para las decisiones diarias y para el compromiso real de los empleados. Cuando las personas ven que su trabajo tiene un impacto directo, que contribuye a un objetivo mayor, esa conexión emocional se traduce en mayor productividad y satisfacción

Ruilopez destacó los peligros de no ajustar las estrategias empresariales a la nueva realidad. Aseguró que aquellas organizaciones que no comprendan el valor de las microculturas y no se enfoquen en alinear sus valores, podrían enfrentar la deserción de talento. Según ella, los empleados actuales no se quedan en una empresa únicamente por el salario, sino que buscan formar parte de algo que tenga un propósito y que esté en línea con sus propias creencias.

Además de su enfoque en las microculturas, la socia líder de Deloitte habló sobre el papel esencial de la tecnología en el proceso de transformación organizacional. Sin embargo, resaltó que la innovación tecnológica debe ir de la mano de un liderazgo empático y sensible a las necesidades de las personas.

La tecnología tiene el potencial de facilitar el trabajo y conectar a las personas, pero solo si está alineada con el bienestar y la satisfacción de los colaboradores. Las herramientas digitales deben empoderar, no deshumanizar

Ruilopez enfatizó que el liderazgo desempeña un papel fundamental en la conexión entre los colaboradores y el propósito de la organización. Señaló que un líder no solo debe ser capaz de inspirar a su equipo y generar confianza, sino también tener la capacidad de comprender las realidades individuales de cada miembro. Esto implica crear un ambiente en el que los empleados se sientan seguros para compartir sus propios propósitos personales, de modo que puedan alinearlos con los objetivos de la empresa. Según Ruilopez, este enfoque permite que los colaboradores se sientan realmente conectados con la misión de la organización, lo que fortalece el compromiso y la productividad.

La experta también hizo un llamado a la acción para los líderes empresariales:

El 2024 nos exige pensar en un modelo de liderazgo más inclusivo, flexible y conectado con las personas. Las empresas no solo deben adaptarse al cambio, deben anticiparlo y liderarlo con propósito

Esto, agregó, no solo fortalecerá la cultura interna de la empresa, sino que también garantizará una mayor satisfacción y compromiso a largo plazo de los colaboradores.

Ruilopez concluyó su intervención con una profunda reflexión sobre el futuro del trabajo, destacando que el éxito de las organizaciones no solo dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas tecnologías o estructuras, sino de cómo logren alinear el propósito individual de sus empleados con la visión y los valores de la empresa. Afirmó que aquellas empresas que comprendan la importancia de las microculturas y trabajen activamente para integrarlas en su estrategia organizacional estarán mejor preparadas para enfrentar los retos venideros. Según Ruilopez, la clave para prosperar en el futuro radica en crear una conexión auténtica entre las personas y el propósito de la empresa, lo que no solo genera un ambiente laboral más motivador, sino que también asegura un compromiso y desempeño más sólido a largo plazo.

En resumen, Soledad Ruilopez dejó claro que el futuro de las empresas está intrínsecamente ligado a su capacidad para conectar con las personas que las conforman. En un 2024 que se perfila más humano, las organizaciones que respeten los valores y propósitos individuales de sus empleados, reconozcan la importancia de las microculturas y lideren con empatía serán las que logren prosperar y construir un ambiente de trabajo más significativo y exitoso.

Si deseas escuchar la entrevista completa, puedes encontrarla en nuestro canal Diálogos RH en Spotify. Accede al enlace aquí