La resiliencia ya no es suficiente, se requiere la Antifragilidad

Según Dayana Moreno, el mayor desafío de 2024 para las áreas de talento humano, radica en cómo movilizar a personas y organizaciones en un contexto de incertidumbre global marcado por crisis sanitarias, movimientos sociales, inestabilidad económica y riesgos climáticos. La lección clave es que la resiliencia, entendida como la capacidad de sobreponerse a las adversidades, ya no es suficiente. En este entorno, las organizaciones deben aspirar a algo más: a ser anti frágiles, es decir, no solo resistir los desafíos, sino transformarse y fortalecerse a partir de ellos.

La resiliencia nos permite sobreponernos a las dificultades, mientras que la antifragilidad nos permite crecer y mejorar a partir de ellas. Es el concepto que las organizaciones deben adoptar para prosperar en un mundo impredecible

Este concepto, según la experta, está relacionado con la capacidad de las organizaciones de liderar el cambio en lugar de solo adaptarse a él. "En un entorno en el que la incertidumbre es la norma, necesitamos desarrollar la habilidad de no solo reaccionar, sino de provocar el cambio", agregó. Esta nueva mentalidad debe ser adoptada tanto por líderes empresariales como por los profesionales de recursos humanos, quienes deben impulsar la transformación desde adentro.

Además, la docente Moreno abordó otros aprendizajes clave que deben ser incorporados en la gestión del talento en 2024:

1. Tomar decisiones basadas en datos: Uno de los elementos fundamentales que se debe integrar en la toma de decisiones dentro de las organizaciones es el uso de la data. "Las organizaciones deben ser capaces de tomar decisiones informadas basadas en datos, no solo para entender lo que está ocurriendo con sus colaboradores, sino también para poder generar experiencias diferenciadas y estrategias más precisas", enfatizó.
2. Equilibrio entre formación académica y vida personal: En el ámbito académico, especialmente en programas de formación de alto nivel como la especialización en recursos humanos, se está promoviendo cada vez más un enfoque integral. "No se trata solo de aprender conocimientos, sino de encontrar un equilibrio entre el estudio y la vida personal", comentó la experta. Este enfoque busca que los estudiantes no solo se preparen profesionalmente, sino que también aprendan a gestionar su bienestar para replicarlo en sus organizaciones.
3. Diversificación de formatos de formación: En relación con los métodos educativos, Moreno destacó la importancia de ofrecer una variedad de formatos de aprendizaje, como opciones remotas, sincrónicas y presenciales, para adaptarse a los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes. "La formación debe ser flexible, para que pueda abarcar una mayor cantidad de personas y responder a las necesidades específicas de cada individuo", dijo.
4. Fortalecimiento de la capacidad estratégica en Recursos Humanos: Un aspecto fundamental para el futuro de las organizaciones es el fortalecimiento de la capacidad estratégica de los profesionales de talento humano. "Hoy en día, los responsables de Recursos Humanos tienen un papel crucial en las crisis organizacionales", señaló. "En el pasado, los financieros eran quienes se encargaban de salvar a las empresas en tiempos de crisis, pero ahora los de talento humano deben asumir esa responsabilidad, ya que los desafíos actuales, como la escasez de talento, la rotación y el agotamiento, requieren una visión estratégica integral".

Además de estos puntos, se hizo hincapié en la necesidad de priorizar el bienestar de los colaboradores, especialmente en un contexto post-pandemia. La crisis sanitaria dejó secuelas emocionales y físicas, lo que hace más urgente que nunca un enfoque integral de la salud mental en las organizaciones.

Es fundamental garantizar que los equipos estén energizados, conectados y puedan gestionar el agotamiento y el estrés, no solo para prevenir el burnout, sino para mantener la productividad y el bienestar general

Las empresas deben enfocarse en construir una experiencia laboral que sea tanto atractiva como fácil de navegar, incorporando soluciones digitales que faciliten la interacción. Este tipo de enfoque no solo mejora el bienestar general de los empleados al ofrecerles herramientas más accesibles y satisfactorias, sino que también tiene un impacto positivo en la cultura organizacional, fortaleciendo los lazos entre los colaboradores y la empresa, lo que, a su vez, fomenta un mayor compromiso y lealtad hacia la organización.

Con estos enfoques, 2024 se presenta como un año clave para que las organizaciones no solo se preparen para ser resilientes, sino que aprendan a ser antifrágiles, liderando el cambio en un mundo cada vez más incierto y desafiante. A su vez, es esencial que pongan un énfasis renovado en la experiencia del empleado, abordando tanto el bienestar como el desarrollo de capacidades estratégicas.

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