Todo lo que necesitas saber sobre la liquidación laboral al renunciar a tu empleo

Renunciar a un empleo es una de las decisiones más significativas que puede tomar un trabajador. Ya sea por motivos personales, una nueva oferta de trabajo o problemas con el ambiente laboral, esta decisión no debe tomarse a la ligera. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que, al finalizar la relación laboral, el trabajador tiene derechos que no dependen de que haya sido él quien renunció. En Colombia, la liquidación laboral es un derecho establecido por la ley y debe incluir el pago de diversas prestaciones que el empleador debe cumplir.

Aunque no existe un preaviso obligatorio para renunciar a un trabajo en en el país, la ley sí obliga a los empleadores a liquidar las acreencias laborales del trabajador de forma justa. Estos pagos incluyen conceptos como salario pendiente, cesantías, prima de servicios, vacaciones no disfrutadas, entre otros. Asegurarse de que estos derechos se respeten es fundamental para que la salida del trabajador sea lo más equitativa posible.

Componentes de la liquidación laboral: Lo que debes saber

La liquidación laboral es el pago que un empleador debe realizar a su trabajador cuando se finaliza el contrato de trabajo. Aunque no haya mediado un despido, el trabajador que renuncia tiene derecho a recibir una liquidación que cubra los conceptos acumulados durante su tiempo laboral. Estos son los componentes clave que deben ser incluidos en la liquidación:

• Salario pendiente: El trabajador tiene derecho a recibir el salario correspondiente a los días laborados hasta la fecha de renuncia. Esto incluye tanto el salario base como cualquier otro tipo de compensación acordada durante el tiempo de trabajo.
• Cesantías: Corresponde a un mes de salario por cada año trabajado, o la fracción de año en caso de que el tiempo trabajado no haya alcanzado los 12 meses. Las cesantías son un derecho fundamental y el empleador está obligado a reconocerlas, incluso si el trabajador decide renunciar.
• Intereses sobre las cesantías: El empleador debe abonar un 12% anual sobre el total de las cesantías acumuladas durante el periodo de trabajo, lo que se considera un interés a favor del trabajador.
• Prima de servicios: El trabajador tiene derecho a recibir una prima semestral equivalente a la mitad de su salario mensual por cada semestre trabajado. Esta prima debe calcularse con base en los días efectivamente laborados durante el semestre.
• Vacaciones no disfrutadas: Si el trabajador tiene días de vacaciones pendientes de disfrutar, el empleador está obligado a pagar el equivalente a esos días al momento de la liquidación. El cálculo se realiza con base en el salario mensual del trabajador.
  Además de estos pagos, el empleador tiene la obligación de liquidar y pagar los aportes a seguridad social correspondientes, incluyendo salud, pensión y riesgos laborales, hasta la fecha en que se hace efectiva la renuncia.

Pasos para asegurar una liquidación correcta

Aunque el proceso de liquidación laboral no debería generar inconvenientes, es importante que los trabajadores sigan ciertos pasos para asegurarse de que se cumpla conforme a la ley. Estos son algunos de los pasos clave para garantizar que la liquidación se realice de manera justa:

• Notificación formal de la renuncia: Aunque no existe la obligación legal de dar un preaviso, es recomendable que el trabajador notifique su renuncia al empleador con al menos 15 días de antelación. Esto no solo facilita la transición, sino que permite a ambas partes planificar adecuadamente el cierre de la relación laboral.
• Revisión del contrato de trabajo: Antes de presentar la renuncia, es recomendable revisar el contrato laboral para verificar si existen cláusulas adicionales que regulen el proceso de renuncia o liquidación. Además, tener a mano los recibos de nómina y otros documentos relacionados puede ser útil para comprobar que la liquidación esté completa y correcta.
• Recepción del pago: La ley establece que el empleador debe efectuar el pago de la liquidación dentro de un plazo razonable. Aunque el marco normativo establece que debe hacerse en el momento de la terminación del contrato, se considera razonable que no supere los 15 días hábiles.

La liquidación laboral es una de las herramientas legales que permiten que el proceso de finalización del contrato sea justo para ambas partes. No importa si es el empleador quien decide dar por terminado el contrato o si es el trabajador quien presenta la renuncia: el trabajador siempre tiene derecho a recibir los pagos correspondientes por el tiempo trabajado.

Esta información ha sido recopilada de un artículo elaborado por Buk, una plataforma especializada en la gestión de talento y recursos humanos. En él se explica detalladamente cómo funciona la liquidación laboral y los pasos a seguir para asegurar que recibas todo lo que te corresponde al finalizar tu relación laboral.

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