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Es crucial que las empresas se alineen con los nuevos contextos, realidades y creencias de las generaciones actuales y venideras. No se trata solo de atraer talento fresco y atractivo, sino de transformar su labor en un proceso más interactivo, consciente y responsable hacia su público objetivo.
Desarrollo organizacional01/10/2024
Camila RamirezEste nuevo enfoque demanda que las empresas no solo se adapten a las nuevas expectativas de una fuerza laboral más consciente, sino que también integren valores éticos en su cultura organizacional.
Cerca del 90% de los jóvenes profesionales de la Generación Z y los Millennials aseguran que el propósito de su organización es fundamental para su satisfacción laboral. Esta tendencia revela un cambio significativo en las expectativas laborales, donde la alineación entre valores personales y empresariales se convierte en un factor decisivo a la hora de aceptar o rechazar oportunidades laborales.

Los Millennials, nacidos entre 1981 y 1996, y la Generación Z, que comprende a quienes nacieron a partir de 1997, representan a una fuerza laboral joven en plena transformación. Mientras los primeros han sido testigos del auge de la tecnología y la economía digital, los segundos han crecido en un mundo donde la conciencia social y ambiental es cada vez más relevante. En este entorno laboral en constante evolución, la búsqueda de significado y propósito se ha convertido en una prioridad para ambos grupos, llegando a considerar que el propósito de la organización en la que trabajan es crucial para su estancia en una compañía, marcando así un cambio fundamental en las expectativas profesionales.
La más reciente Encuesta Gen Z y Millennials 2024 elaborada por Deloitte revela que 9 de cada 10 miembros de la generación Z (86%) y los millennials (89%), de un total de 23,000 personas encuestadas en 44 países, el propósito es clave para la satisfacción y bienestar en el lugar de trabajo. Esta nueva mentalidad está llevando a muchos a rechazar ofertas de empleo que no se alineen con sus valores personales, de hecho, 2 de cada 10 personas de la generación Z (20%) y millennials (19%) han cambiado de trabajo o industria debido a sus preocupaciones ambientales y otra cuarta parte planea hacerlo a futuro.
A medida que las empresas buscan atraer y retener talento, entender esta necesidad de propósito se vuelve esencial para construir un entorno laboral que no solo satisfaga, sino que también inspire a las nuevas generaciones.
Valores que priman en las nuevas generaciones
Cambio climático: Conscientes de los desafíos que enfrentan debido a la gestión inadecuada de los recursos ambientales y a prácticas históricas insostenibles, los jóvenes han desarrollado una mayor sensibilidad hacia sus roles en las empresas. Se enfocan en asegurar que las prácticas laborales no afecten negativamente el bienestar de los ecosistemas, la fauna y la flora. Además, buscan generar un impacto significativo a través de grandes empresas, participando en movilizaciones y campañas de alta repercusión. Casi seis de cada diez miembros de la Generación Z (62%) y de los millennials (59%) expresan ansiedad o preocupación por el cambio climático, utilizando sus carreras y hábitos de consumo como herramientas para fomentar la acción.
Diversidad e inclusión: Los jóvenes, inmersos en diversos escenarios y contextos, asumen la vocería en la defensa de un entorno igualitario que valore la diversidad cultural, sexual, biológica, funcional y lingüística. Según el informe "Entregando a través de la diversidad" de McKinsey & Company de 2018, las empresas con equipos ejecutivos que presentan una mayor diversidad étnica —no solo en términos de representación, sino también en la combinación de etnias— son un 33% más propensas a superar a sus competidores en rentabilidad.
Tecnología: Tanto la Generación Z como los Millennials ven la tecnología como una herramienta esencial que facilita su trabajo y potencia sus resultados. Por ello, consideran fundamental vincularse a empresas que ofrezcan una capacitación tecnológica adecuada y que estén dispuestas a implementar diversas herramientas de innovación y sistematización. De acuerdo con el Think Digital Report elaborado por Inesdi Business School, el 71% de las empresas colombianas planea iniciar su transformación tecnológica en 2024.
Guiados por estos valores, es cada vez más común que estas generaciones rechacen trabajos o empleadores en función de sus creencias éticas. De hecho, la mitad de la generación Z (50%) y más de cuatro de cada diez millennials (43%) han decidido no aceptar ofertas laborales, mientras que el 44% de la generación Z y el 40% de los millennials han optado por no trabajar con empleadores que no se alinean con sus principios.
Por esto es crucial que las empresas se alineen con los nuevos contextos, realidades y creencias de las generaciones actuales y venideras. No solo se trata de atraer talento fresco y atractivo, sino de transformar su labor en un proceso más interactivo, consciente y responsable hacia su público objetivo. Al adoptar prácticas que reflejen estos valores, las organizaciones no solo mejoran su imagen y reputación, sino que también construyen relaciones más sólidas y auténticas con sus empleados y clientes, contribuyendo a un entorno laboral y social más justo y sostenible.
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